Ha sido practicada desde hace más de tres mil años por los pueblos celtas que han poblado toda Europa (en Iberia en lugares como Galicia, el norte de Portugal, algunas zonas de Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, y en gran parte de León).
En la actualidad Samhain continúa celebrándose por los seguidores de movimientos neo-paganos, (religión) como la wicca y el druidismo.
Por un lado encontramos que el origen pagano de la celebración podríamos atribuirlo a la celebración Celta, llamada "Samhain" y que tenía como objetivo la reverencia los ancestros. La invasión de los Romanos (46 a. C.) a las Islas Británicas dio como resultado la mezcla de la cultura Celta, la cual con el tiempo terminó por desaparecer. Su religión llamada Druidismo, con la evangelización terminó por desaparecer en la mayoría de las comunidades Celtas a finales del siglo II.
Relación con el Druidismo
Sobre la religión de los druidas, no sabemos mucho pues no escribieron sobre ella, todo se pasaba de generación en generación. Sabemos, que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 de noviembre y el 7 de noviembre (a la mitad del equinoccio de otoño y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de "los espíritus" y con ello se iniciaba el año nuevo celta. Esta fiesta de los espíritus era una de sus fiestas principales pues celebraban lo que para los cristianos sería el "cielo y la tierra" (conceptos que llegaron solo con el cristianismo). Para ellos el lugar de los espíritus era un lugar de felicidad perfecta en la que no había hambre ni dolor. Los celtas celebraban esta fiesta con ritos en los cuales, los sacerdotes druidas, sirviendo como "médium", se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la inmortal. Se dice que los "espíritus" de los ancestros venían en esa fecha a visitar sus antiguos hogares.
Para los celtas, que sólo distinguían entre dos estaciones (verano e invierno), Samhain (que significa ‘el final del verano’) representaba el comienzo del invierno. Se acababa el tiempo de las cosechas y a partir de entonces los días iban a ser más cortos y las noches más largas. Por eso, los celtas celebraban importantes festivales para dar la bienvenida al Año Nuevo. Al anochecer de cada 31 de octubre (ya 1 de noviembre para los celtas, pues el nuevo día arrancaba con la puesta del sol), la costumbre era dejar comida y dulces fuera de sus casas y encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y el descanso junto al dios Sol, en las Tierras del Verano. En la noche de Samhain los vivos y los muertos podían comunicarse. Las barreras que los separaban desaparecían en aquel momento mágico. Lo bueno era que los espíritus de los antepasados podían aconsejar a los vivos sobre el futuro, pero lo malo era que también se convocaban a los espíritus maléficos. Por eso, los druidas ordenaban encender hogueras para ahuyentar a estos últimos.
Hoy Halloween es una fiesta internacional, que carece de todo sentido religioso y cuyo origen es ignorado por la mayoría. Nada tiene que ver ya con los rituales de los druidas ni con los pueblos celtas que dominaron la mayor parte del oeste y centro de Europa durante el primer milenio a.C. Se trata sólo de una excusa más para el negocio, el consumo o la industria del cine.
Sin embargo, en Irlanda se conserva la referencia de Samhain: no sólo es el nombre en gaélico irlandés del mes de noviembre, sino que todavía hoy durante la noche de Samhain se prenden grandes hogueras en las que el vecindario arroja los trastos viejos que acumula en sus casas. Esa es la forma actual en la que los irlandeses reciben el año nuevo celta.
1 comentarios:
por dios de lo que me enterao......jajjajja
es una de esas noches que me gustaria ser un buho.......de verdad te lo digo............que magia hay!!!!!!!!!!!!!!!
unos muakas
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